viernes, 24 de octubre de 2014

Strasser, combatiendo al enemigo desde dentro

Sí, es exacto. Ya en 1934, es decir cinco años antes de la guerra, yo había conce­bido el proyecto de difundir a Alemania mi propaganda contra Hitler mediante un trans­misor de onda corta. Realicé ese plan con la ayuda de mi amigo Rudolf Formis, ingeniero jefe de la planta transmisora de Radio Stuttgart. Para furia de Hitler y de sus acólitos, todas las noches y durante largas horas, un río de verdades se volcaba en Alemania, sobre todo después de la "Noche de San Bartolomé alemana" del 30 de junio de 1934. Finalmente, Hitler encargó a su "superasesino" Heydrich para que pusiera término a la actividad del transmisor del "Frente Negro", y trajera a Ale­mania, vivos o muertos, a Strasser y a Formis. No lo lograron, pero Heydrich encontró no obstante su instrumento mortal: el jefe SS Alfred Naujocks. Con la colaboración de una mujer de apellido Kersbach y de otro asesino SS, Naujocks descubrió el escondrijo del trans­misor (el hotel Zahorcy en Praga), y asesinó a mi amigo Formis, aunque fue herido por este último durante su heroica defensa.

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